La tortilla de patata es posiblemente (junto con el jamón) el plato más clásico de la gastronomía española. Su sencilla elaboración y su apetecible aspecto hacen que sea la comida referencia en el extranjero. Se trata de un plato que sirve tanto como almuerzo, comida o cena.
Sin embargo, a pesar de ser un plato sencillo y bien valorado por sus consumidores, la tortilla de patata genera diferentes debates entre aquellos que la prueban.
¿Con cebolla o sin cebolla?
Tan grande es el número de personas que incorporan la cebolla a la tortilla valorando el gusto «más sabroso y jugoso» que le otorga, como el número de detractores de este ingrediente que según su opinión «estropea» el sabor de la tortilla.
¿Cuajada o a medio cuajar?
Este es otro gran punto a discutir entre aquellos que disfrutan de la tortilla de patata. Y es que, el punto final a la tortilla es muy valorado. Hay personas que quieren una tortilla bien hecha en la que el huevo esté al mismo punto que la patata y que ambos ingredientes estén cohesionados. Por el contrario, existen muchas personas también, que prefieren que el huevo esté un poco crudo y no se fusione con la patata, es lo que se denomina tortilla sin cuajar.
¿Patata frita o patata cocida?
La forma de cocinar la patata supone también un dilema. Y es que aquí se enfrenta lo saludable con el sabor. Una tortilla de patatas cocidas es mucho más sana que si las patatas se fríen pero el sabor y acabado es distinto.
Y tú, ¿cómo prefieres la tortilla de patata?
Impresionante, me ha encantado. El txoko del Sibarita como de costumbre, aportando consejos superficie interesantes.