El calor aprieta y tenemos que refrescarnos más que nunca. Por eso, uno de los productos estrella del verano es el gazpacho. Una receta saludable, sencilla y que tiene un gran aporte de vitaminas para el organismo.
Como cada receta, el gazpacho tiene sus secretos, unos pequeños trucos que marcan la diferencia entre un gazpacho normal y un buen gazpacho.
¿Cuáles son estos secretos?
- Tomates de temporada: deben estar rojos, maduros y ser de la temporada estival. Si los tomates están pasados serán más ácidos, por lo que le darán al gazpacho un toque más agrio.
- Elegir bien los ingredientes: a la hora de elegir los ingredientes que acompañan al tomate, tenemos que tener cierto cuidado al escoger productos que se acoplen bien a la mezcla. El pepino debe estar maduro, el ajo bien cocinado con leche para quitarle el sabor, y el pan tiene que ser sin corteza.
- Dejarlo reposar: una vez preparada la mezcla es conveniente dejarla 24 horas en la nevera, con el fin de que la mezcla se asiente y se refresque a la hora de tomarlo. Antes de consumirlo, agregar sal, pimienta, un poquito de azúcar y una cucharadita de aceite de oliva.
Cada gazpacho es un mundo, además de los ingredientes básicos para su elaboración también hay ingredientes extras que casan estupendamente con la mezcla como la cebolla cruda, calabacín, vinagre, pimientos etc.
Además de ser refrescante, hidrata nuestro organismo, ayuda a acelerar el metabolismo, aumenta las defensas, y alarga el bronceado.
Y, como dice el refrán: No hay empacho, con un buen gazpacho.
