Muchos son los factores a tener en cuenta a la hora de disfrutar de una copa de vino. La copa, es un elemento fundamental a la hora de la cata y es que, una elección incorrecta puede producir una percepción mala entre los consumidores del vino.
Como criterio principal, la copa debe tener curvas. El fondo redondo para que el vino se airee y la parte superior de la copa tiene que estar cerrada hacia el interior para no perder la esencia del vino.
El talle de la copa tiene que ser largo, para no calentar el vino con nuestras manos. La temperatura del vino también es un detalle muy importante a tratar.
El cristal debe ser liso y transparente ya que así se puede apreciar la calidad y color del vino.
Los vinos jóvenes requieren un fondo grande y una parte superior cerrada. Los vinos espumosos y cavas se tienen que servir en copas altas, delgadas y de fondo pequeño. El vino blanco y tinto puede compartir copa, tiene que ser abierta y de fondo grande.
Un detalle muy importante a tener en cuenta es no llenar demasiado la copa y no servir el vino en vasos pequeños, el vino siempre va en copa y en pequeñas cantidades.