Tras las delicadezas que nos trae la primavera y la explosión hortofrutícola del verano , el otoño puede parecer una estación tristona, en la que llega la lluvia y desaparecen los buenos tomates. Sin embargo, esta época supone el retorno de un montón de productos fantásticos, ideales para platos que apetecen cuando empieza a hacer fresquillo. ¿Vas a ser tan monger de pasar de las temporadas y creerte el caro, insípido e insostenible de-todo-todo-el-año que te venden los supermercados? Pues entonces, toma nota.
- Uvas: Sí, las pepitillas son un fastidio. Y sí, la piel a veces es tan dura que te podrías hacer una chupa con ella. Pero pocas frutas son tan dulces, frescas y fáciles de comer como las uvas. Esta es la mejor época para consumirlas por arrobas, a no ser que prefieras los ejemplares traídos de la Conchinchina con el consiguiente
gasto e impacto ecológico añadido. - Calabaza: Sin duda, la verdura presidenta del otoño.
- Espinacas y acelgas: Las dos verduras de hoja clásicas de la cocina caliente española viven su esplendor en otoño e invierno.
- Castañas: Antes de la invasión de Halloween, las castañas eran las reinas de las fiestas de finales de octubre y principios de noviembre en muchas zonas del norte de España.